La empatía y la comprensión: ponerse en el lugar del otro, entender sus emociones y necesidades, y ser capaces de perdonar y pedir disculpas son hábitos diarios que fomentan la armonía y el bienestar en la relación. El tiempo de calidad juntos: dedicar tiempo exclusivo para compartir actividades que ambos disfruten, como salir a cenar, viajar o hacer deporte, es una forma de fortalecer la conexión emocional entre los cónyuges.
Ahora, puedes disfrutar de algunas cortas oraciones para pedir la gracia de Dios de tener un matrimonio saludable para siempre.
Traducido y adaptado al español por Anders Peterson del artworkículo first en inglés “6 crucial components for a long, satisfied marriage” de Dennise Sleeper.
Es una intimidad compartida básica y un ingrediente necesario para un matrimonio feliz y saludable".
Tampoco es cosa fácil ser buen esposo. ¡Tratar de conseguir el dinero suficiente para solventar las necesidades más apremiantes! Ahora se necesita comprarles ropa a los niños, ahora hay que pintar la casa, hay que pagar el colegio de los niños, se necesitaría tal cosa, tal otra… Y por muy ocupado que esté, encontrar tiempo para hacer vida de familia, para estar a solas con la esposa… Y, por muy cansado o agobiado que esté, olvidarse de sí mismo y no quejarse si la comida tarda un poco; no quejarse si su plato favorito no ha salido a las mil maravillas; educar con paciencia a los muchachos, siempre traviesos… Realmente, no es tarea fácil ser buen esposo.
Para mantener el compromiso en el matrimonio, es importante mantener una actitud positiva hacia la relación, estar dispuesto a resolver conflictos y buscar soluciones juntos, y estar comprometido a hacer que la relación funcione a largo plazo.
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"No lo es. Las parejas deben reconocer que los matrimonios pasan learn this here now por varias fases y deben ajustar conscientemente su ritmo en consecuencia".
Necesitamos ser liberados de lo que nos impide ser hospitalarios y, para ello, debemos mirar la hospitalidad de nuestro Señor, quien nos recibe libremente como sus hijos.
Las parejas que se apoyan mutuamente suelen tener una relación más fuerte y duradera. Esto significa estar allí para el otro en los buenos y malos momentos, y apoyarlos en sus metas y sueños.
¿Cansado de tus comportamientos dañinos? Estas preguntas te ayudarán a realizar el cambio que necesitas
Cuando pienso en la «mesa common común», me estoy refiriendo, no tan sólo al lugar en que se reúne en intimidad toda la familia, sino a la forma de organizarse la vida en común entre los esposos, a aquella comunión espiritual y armonía que debe reinar entre ellos, lo que constituye el fundamento del matrimonio feliz y que se apoya sobre dos columnas: la autoridad y el amor.
Por tanto, aunque San Pablo pregone que el hombre es la cabeza de la familia, no dice que haya de ser un tirano. El hombre es cabeza de la mujer, así como Cristo lo es de la Iglesia. De modo que el esposo ha de tener para con su esposa el mismo amor abnegado, ilimitado, dispuesto a verter su sangre y sacrificar su vida, que Cristo tuvo para con la Iglesia, al ofrecer su vida por ella.
La comunicación es la clave para cualquier relación exitosa. En el matrimonio, es especialmente importante tener una comunicación efectiva para resolver conflictos, tomar decisiones importantes juntos y mantenerse al tanto de las necesidades del otro.